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viernes, 29 de abril de 2011

Diente de tiburón incrustado en un ammonite.

     Se ha encontrado un ammonite con un diente de tiburón incrustado en su concha. Concretamente se trata de un Orthaspidoceras con un diente de Planohybodus.

     Los Orthaspidoceras habitaban los mares del Jurásico Superior, principalmente durante el Kimmerigdiense, compartiendo hábitat con los tiburones del género Planohybodus. Hasta ahora se pensaba que la dieta de estos tiburones se basaba en peces de pequeño tamaño, si bien este fósil nos demuestra que también incluían a los ammonites en su dieta.  

     El fósil pertenece a la colección particular de un aficionado a la Paleontología. 

sábado, 16 de abril de 2011

La dieta de los ammonites

     Hace ya tres meses que salió a la luz pública esta noticia, pero por su importancia y su relación con nuestro tema principal, considero que debo hacerme eco de ella.

     Un grupo de científicos, encabezado por Isabelle Kruta, han encontrado restos de placton en los órganos bucales de varios fósiles que estaban estudiando. Lo que hasta ahora era simplemente una suposición, ha quedado confirmado tras este descubrimiento. 

     Aplicando rayos x de alta calidad, obtenidos por aceleración de partículas sobre los fósiles, han conseguido reproducir el sistema bucal de los ammonites, llegando a encontrar restos de diminutos animales que forman el placton.

     Ya sabemos que los ammonites aparecieron en el Devónico, hace unos 400 millones de años, y que desaparecieron al final de Cretácico, hace unos 65 millones de años. La coincidencia en su desaparición al mismo tiempo que la de los dinosaurios nos presenta un paralelismo entre ambos que nos hace pensar en una extición masiva por motivos naturales, que bien podrían ser los mismos que acabaron con los dinosaurios. 

     Muchos son los científicos que han estudiado y argumentado la extinción de los dinosaurios, pero no podemos olvidar que durante las mismas fechas se extinguieron también otros grupos de seres vivos, entre ellos los ammonites.

     El impacto de un meteorito a finales de Cretácico pudo suponer que el placton que poblaba los mares, pereciera casi por completo. Si el descubrimiento del que hablamos demuestra que el placton era el sustento de los cefalópodos (ammonites), ésto supone la ruptura de la cadena alimenticia, provocando la posterior extinción de un grupo que había habitado los mares durante más de 300 millones de años. 

     Por lo tanto, este descubrimiento puede suponer el despeje de la incógnita que hasta ahora se mantenía sobre la desaparición de los ammonites.