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viernes, 22 de septiembre de 2023

Un clavo dorado en el cauce del río Argos.


La Comisión Estratigráfica Internacional ha asignado un "clavo dorado" en el cauce del río Argos, en Caravaca de la Cruz (Murcia), para establecer el limite Hauteriviense-Barremiense a nivel global, lo que se denomina sección estratotipo y punto de límite global. Sirven para indicar la edad de inicio de una unidad cronoestratigráfica. 


Ejemplo de clavo dorado como referencia global


Los clavos dorados se conceden para establecer como referencia en el paso entre dos periodos geológicos o sus divisiones estratigráficas. Quedan definidas a nivel global, y generalmente se configuran en base a los estudios paleontológicos del estrato. En esta ocasión determinan el límite entre el Hauteriviense y el Barremiense. Este límite ha quedado establecido en 125,77 millones de años.

Esta zona ya fue propuesta como referencia del límite Hauteriviense-Barremiense en el estudio llevado a cabo por Miguel Company, José Sandoval, J. M. Tavera, Roque Aguado y L O'Dogherty, publicado en enero del 2005 bajo el título de "La sección del Río Argos (Caravaca, Murcia), referente global para el estudio del límite Hauteriviense-Barremiense (Cretácico Inferior).


La flecha blanca indica el límite Hauteriviense-Barremiense

El río Argós tiene su nacimiento en el término municipal de Caravaca de la Cruz (Murcia), y continua por el de la vecina localidad de Cehegin. Al inicio de su recorrido fluvial, atravesando los términos de ambas localidades.

El tramo Hauteriviense-Barremiense, en sus afloramientos de la cabecera del río Argos, es particularmente muy rico en ammonites, lo que ha facilitado notablemente este estudio. 

La zona donde se ha establecido el límite Hauteriviense-Barremiense está localizada al oeste de Caravaca, en las proximidades de la Hospedería Rural El Molino del Río Argos. 


Paredes donde se encuentra el punto de referencia, frente al Molino del Río Argos

Los sedimentos que afloran están formados por bancos de calizas margosas de color amarillento grisáceo, alternando con bandas de margas grises.

Para establecer los límites entre periodos o pisos geológicos, se utiliza el hallazgo de fósiles guía, los cuales tienen un reducido espacio temporal. La presencia en estos estratos del ammonite Taveraidiscus huggi ha sido la clave para esta determinación. 



Taveraidiscus hugii


Taveraidiscus hugii (OOSTER, 1860), es un ammonite perteneciente a la superfamilia Perisphintaceae y a la familia Holcodiscidae. Su nicho cronológico se sitúa en el Barremiense Inferior, zona Hugii. De concha bastante involuta, presenta una ornamentación formada por costillas muy finas y densas, ligeramente sinuosas, y bifurcadas desde la parte inferior.


Taveraidiscus hugii

De alguna manera sirve para realzar la presencia de la localidad de Caravaca de la Cruz en el mapa geológico mundial.


viernes, 5 de mayo de 2023

Un ammonite nos muestra sus tejidos blandos en tres dimensiones.

      Por sus características biológicas, los ammonites mantienen su cuerpo blando recubierto por una concha exterior, motivo por el cual, los conocimientos que tenemos de la anatomía de su cuerpo se basan en los fósiles de sus conchas, formadas por aragonito. Excepcionalmente se ha encontrado algún resto del tejido blando, pero bastante aplastado. Ahora, por primera vez, tenemos una muestra de los músculos de un ammonite en tres dimensiones. 

     Se trata de un Sigaloceras inodatum, que vivió hace unos 165 millones de años, en el Calloviense  (Jurásico Medio), y procedente de Fairford, Gloucestershire, U.K. Fue descubierto por un recolector de fósiles llamado Neville Hollingworth, en el año 1998. Desde su descubrimiento ya se conocía la presencia  de tejido blando fosilizado en su interior, en más cantidad de lo que hasta la fecha se había podido encontrar en otros ejemplares, lo que convertía a este fósil en una pieza única.


Sigaloceras inodatum


     Se utilizaron varios métodos de reconocimiento, pero siempre sobre su concha externa, pues no se atrevían a partir el ejemplar para estudiar su interior, por el deterioro que esto provocaría en la pieza. 

     Inicialmente se tomaron fotos del exterior del ejemplar, que al ser parcialmente translúcido, permitía ver parte del contenido interno, pero sin apenas detalle. Posteriormente se llevó a cabo una tomografía computarizada, estudiando su interior a través de rayos x, pero dicho escaneo no proporcionó la suficiente información, debido al alto contenido de carbonato cálcico en el fósil.

     Recientemente, con una tecnología más avanzada, un grupo de investigadores dirigido por  Lesley Cherns, de la Universidad de Cardiff, han realizado un nuevo análisis por medio de exploración de neutrones. Este método les ha permitido obtener información suficiente para poder reproducir digitalmente sus músculos y órganos vitales, pudiendo llevar a cabo una reconstrucción tridimensional a través del ordenador.


La concha retroiluminada nos permite ver parte de la masa muscular fosilizada en su interior.

     Entre la información más relevante obtenida de este estudio, podemos destacar que los ammonites se desplazaban utilizando su hiponomo, que es un órgano muscular en forma de embudo, que expulsando el agua, les permitía empujarse hacia atrás. Esto que ya se sospechaba por la comparación con los tejidos blandos de los actuales Nautilus, queda de este modo confirmado y demostrado. Además se ha podido constatar también la presencia de unos músculos dorsales, que les permitía retraerse hacia el interior de la concha (cámara de habitación) para protegerse de peligros externos. 

     Probablemente el ammonite sufrió un rápido enterramiento, y la criatura retrajo su cuerpo blando hacia el interior de la concha, quedando sellada por su mandíbula. Seguramente la concha se llenó de sedimentos antes de que su cuerpo blando comenzara a descomponerse. La falta de oxígeno provocó una descomposición lenta e incompleta, permitiendo la fosilización del mismo en las condiciones que nos ha llegado hasta nuestros días.

     El fósil de este ejemplar se encuentra depositado en el National Museum de Cardiff, en Gales, donde se exponen interesantes colecciones de arte y ciencias. 


Museo Nacional de Cardiff

jueves, 6 de abril de 2023

El ammonite heteromorfo en forma de clip.


     Llamamos ammonites heteromorfos a aquellos cuyo desarrollo de la concha no sigue un plano espiral, o no mantienen contacto entre las vueltas de la misma.

     Los ammonites heteromorfos tienen la cualidad de adoptar extrañas formas desenrolladas, a veces muy caprichosas. Desde el desenrollamiento simple de los Scaphites, o los Crioceratites, hasta las formas más caprichosas como los Ancyloceras o los Nostoceras. De ahí el gran interés por sus ejemplares fósiles de extraordinaria y rara belleza. Suelen ser los cefalópodos fósiles que más llaman la atención en colecciones y museos.


Extracción del fósil


     Una de estas criaturas es el Diplomoceras máximum, que vivió en los mares de la Antártida, en el Cretácico Superior, hace unos 68 millones de años. Llama la atención su tamaño, de 1,50 metros de largo, y su forma parecida a un clip. Su desarrollo es de forma desenrollada en U, que se repite de modo inverso, con tramos de curva corta de 180 grados, y tramos rectos de gran longitud. Su extraña forma, muy poco aerodinámica, les hizo ser muy mal nadadores, por lo que su hábitat debió ser el fondo marino, lo que le daba cierta ventaja respecto a sus depredadores como los mosasaurios y otros reptiles marinos de gran tamaño. 

      Pertenece a la familia Diplomoceratidae, citada por SPATH, 1926. 

     Los fósiles del ejemplar de mayor tamaño fueron descubiertos en la isla de Seymour, en la Antártida, entre los años 1994 y 1995, por paleontólogos de la Universidad Purdue, en Indiana, U.S.A. 

     El ammonite se encuentra expuesto en el Museum of Earth, en Ithaca, Nueva York.



Diplomoceras máximum expuesto en el museo

  

   Según estudios llevados a cabo posteriormente por las biólogas Linda Ivany y Emily Artruc, de la Universidad de Siracuse, en Nueva York, Diplomoceras máximum pudo haber tenido una larga vida, según deducen por el gran número de costillas que refleja en su concha, como consecuencia de su adaptación  al medio hostil en el que vivía, con inviernos oscuros y de difícil obtención de alimento. 

    El estudio desarrollado por ambas biólogas, en base  al isótopo de carbono y oxígeno, determinan que se produce una liberación anual de metano en el fondo del mar, lo que deja una señal en la concha, creando un patrón que se repite a lo largo de misma, y que coincide con la aparición de costillas perpendiculares a la longitud de la concha, es decir, que desarrollaría una nueva costilla cada año. Por el número de costillas que presenta el fósil, podemos deducir que podría haber tenido una vida de unos 200 años, algo nada habitual en los cefalópodos, cuya vida en las especies actuales es mucho más corta. 


Recreación del Diplomoceras máximum


     Diplomoceras máximum sería otro de los conocidos como ammonites gigantes.



lunes, 13 de marzo de 2023

Los ammonites verdes de Gräfenberg

     Para los seguidores de la Paleontología, y en especial de los cefalópodos fósiles, no les será difícil identificar ejemplares de ammonites procedentes de las canteras de Gräfenberg, en Alemania. 

Ammonites "verdes"


     Gräfenberg es, junto a Obendorf, una de las localidades alemanas más conocidas por sus ammonites del Malm (Jurásico Superior). Sus ejemplares se pueden encontrar con facilidad en tiendas especializadas de la zona, así como en algunas de las conocidas plataformas y tiendas de venta online. 


Cantera de Endress, en Gräfenberg


     Gräfenberg es una pequeña localidad que se encuentra a unos 25 kms. al norte de Nürnberg, dentro del estado federal de Baviera. A la afueras, en dirección Este, encontramos la cantera de la firma Wolfgang Endress. Se trata de uno de los yacimientos más conocidos de ammonites del Jurásico Superior, en Alemania. 

Buscadores de fósiles en la cantera de Endress


     Los fósiles se encuentran en capas calizas de color verdoso, procedentes del Kimmeridgiense inferior. El color verde-azulado viene dado por la presencia de mineral de glauconita. 

     El Kimmeridgiense inferior, conocido en Alemania como Malm gamma, abarca las zonas de platynota, hypselocyclum y divisum. A estos pisos corresponden la variedad de especies de ammonites que se encuentran en sus estratos, algunos de ellos de calidad excepcional.


Ammonites entre los derrubios de la cantera


Recolecta de ammonites


     Hay que buscar en los materiales de deshecho de la cantera, previo permiso,  y partir los bloques, en los que podemos encontrar ammonites de hasta 20 cms., siendo los más abundantes los géneros Lithacosphinctes y Orthospinctes, aunque también aparecen de vez en cuando los pertenecientes a los géneros Ataxioceras, Rasenia, Physodoceras ... Además abundan los belemnites (Hybolithes semisulcatus), y más rara vez algún nautiloideo del género Pseudoganides. 







Lithacosphinctes achilles
              

Ataxioceras (Schneidia) cf. elmii

                                                
     Un gran conocedor de esta zona es el paleontólogo Andreas E. Richter, quien lo estudia y presenta a través de sus varios manuales paleontológicos editados.      

     Andreas E. Richter nació en 1945 en la localidad alemana de Adorf. Es coleccionista de fósiles desde muy joven, centrándose principalmente en los ammonites. A partir de 1979 se dedicó en exclusiva a la recolección de fósiles, centrando su negocio en la programación de viajes y excursiones a los principales yacimientos de Europa, labor que mantuvo activa  hasta el año 2017.  

     Es autor de varias guías de Paleontología, entre las que destaca "Manual del coleccionista de fósiles" editada en 1989, y varias pequeñas guías sobre ammonites. 




     Podemos conocer más información sobre su colección a través de su página web:

                http://www.richter-fossilien-reisen.de/

     Y su revista paleontológica online:

                http://www.leitfossil.de/

              

Orthosphinctes (Ardescia) desmoides




sábado, 4 de marzo de 2023

Parapuzosia; el gigante de los ammonites.

      Mucho se ha hablado ya sobre este tema, pero por su interés y la fascinación que provoca en el mundo de la Paleontología, y en especial en el de los cefalópodos, resulta de obligación hacer una mención sobre el mismo, acompañada de datos complementarios sobre el tamaño de los ammonites. 

     Hablamos de Parapuzosia seppenradensis. El ammonite más grande hasta ahora conocido, y sobre el que a continuación vamos a comentar.


Parapuzosia seppenradensis, 1,80 mts. de diámetro


     Los ammonites son cefalópodos fósiles que habitaron los mares y océanos desde el Devónico hasta su desaparición al final del Cretácico, hace unos 66 millones de años.

     Gracias a los fósiles que nos dejaron, hoy en día podemos conocer bastante información sobre los ammonites, aunque ésta nos llegue solo a través de sus conchas fosilizadas. Se conocen sus formas, tamaños, costillas, líneas de sutura, su hábitat, evolución, etc. 

     En cuanto al tamaño, los ammonites van desde unos milímetros hasta varios metros de diámetro, si bien lo que podríamos aceptar como tamaño "normal" es de hasta unos 25 cms. más o menos. 

     En parte también se vieron afectados por el "gigantismo" que desde el Jurásico Superior, afectó a varios grupos de animales, como los dinosaurios, que en algunos herbívoros, llegaron a alcanzar los 25 metros. 

      Respecto a los ammonites, se conocen ejemplares fósiles del género Lytoceras, procedentes del  Tithónico (Jurásico Superior) que alcanzan el medio metro de diámetro, sin contar con la cámara de la habitación. 


Lytoceras sp, del Tithónico, con 45 cms. de diámetro


     En el Barremiense (Cretácico Inferior), aparecen ejemplares de ammonites heteromorfos, pertenecientes al género Ancyloceras, de tamaño considerable, hasta cerca de 1 metro. 


Ancyloceras expuesto en el M.U.P.E.

     Posteriormente, en el Cretácico, volvemos a encontrar ammonites de considerable tamaño, pertenecientes al género Parapuzosia. De hecho, el mayor ammonite conocido hasta la fecha es el Parapuzosia seppenradensis


Parapuzosia seppenradensis


     Tiene un diámetro de 1,8 metros, estando incompleto. Pertenece a la familia Desmoceratidae. Su tamaño real se estima entre los 2,3 y 2,5 metros. Fue encontrado el 22 de febrero de 1895 en una cantera cercana a Seppenrade, al sur de Münster (Alemania). Descrito por LANDOIS en 1895 como Pachydiscus seppenradensis, y posteriormente clasificado como Parapuzosia por NOWAK en 1913. El primer ejemplar encontrado, también en la misma cantera, tenía un diámetro de 136 cms. Vivió al principio del Campaniense, en el Cretácico Superior, hace unos 72 millones de años. 

     En la actualidad existen varias réplicas de este ejemplar, repartidas por museos de todo el mundo, si bien el fósil original, se encuentra expuesto en las salas del LWL Museum für Naturkunde (Museo de Historia Natural) de Münster (Alemania).


Tamaño del ammonite respecto a un humano


     El nombre de Parapuzosia seppenradensis significa "similar a Puzosia", y la especie viene dada por el nombre de un barrio, Seppenrade, en la ciudad de Lüdinghaiusen, en Rhenania del Norte-Westfalia, en Alemania. 



     Probablemente, Parapuzosia seppenradensis, proviene de la evolución de su antecesor Parapuzosia leptophylla, que con un tamaño aproximado de 1 metro de diámetro, también podemos considerarlo como ammonite gigante. 


Parapuzosia leptophylla


      Si bien se han descrito varias teorías sobre el desarrollo de este gigantismo, también es cierto que los paleontólogos no han llegado a un acuerdo sobre cuál es la causa principal del mismo, pues tan solo afecta a unos cuántos géneros y no a su totalidad, a su vez que tampoco les supone ninguna ventaja que les hubiera permitido librarse de la extinción. 

     Una de las teorías propone que, además de por el cambio climático, algunos ammonites evolucionaron hacia un mayor tamaño con el fin de dificultar el poder ser devorados por los Mosasaurios, sus principales depredadores. Una concha más grande, lo pondría más difícil al Mosasaurio para moderlo y tragarlo, con lo que le daría una tregua al ammonite y le permitiría más tiempo para la reproducción y puesta, facilitando de este modo su supervivencia. 


Mosasaurio devorando un ammonite


miércoles, 1 de marzo de 2023

Descubiertas tres nuevas especies de nautilus.

      La ciencia se mueve constantemente y avanza en sus descubrimientos en todas sus ramas. Si la Biología es la ciencia que estudia los seres vivos en su integridad, uno de sus objetivos es el de descubrir y clasificar nuevas especies. Si tenemos en cuenta que los seres vivos pueden tener tamaños desde microscópicos hasta de varios metros de longitud, y hábitats de lo más diverso, podemos afirmar que aún nos queda mucho por descubrir. Más aún si tenemos en cuenta que los mares y océanos ocupan un gran volumen dentro de nuestro planeta, y la dificultad que entraña el poder investigar en un medio que no es precisamente el que ocupa el ser humano, podemos hacernos una idea de lo que aún nos queda por descubrir en la inmensidad de los océanos. 

     Vamos a hablar de cefalópodos, concretamente del género Nautilus (LINNAEUS, 1758). El género Nautilus es considerado como "fósil viviente", por ser prácticamente el único representante actual de los cefalópodos con concha externa, que sobrevivió a la extinción de final del Cretácico. Se piensa que su supervivencia se debe a que su hábitat eran los profundos fondos marinos, donde apenas tuvo influencia los cambios de acidez de las aguas provocado por la caída de un asteriode hace 66 millones de años, y que acabó con el 75% de las especies, entre los que se encontraban sus "primos" los ammonites, los cuales se extinguieron en su totalidad. 

     Debido a la citada dificultad para el estudio de especies marinas, en lugares tan inhóspitos y apartados como los fondos del océano Pacífico, hasta ahora, las pocas muestras de ejemplares conocidos del Nautilus, se solían incluir todas bajo la especie de Nautilus pompilus (LINNAEUS, 1758). 


Nautilus pompilus


     Recientes estudios han permitido determinar tres nuevas especies, que por sus características morfológicas, el enrollamiento de la concha, su ornamentación y su aislamiento entre ellas, las confirma como tres nuevas especies. Tras su minucioso estudio, se puede afirmar que el hecho de que se trate de poblaciones que vivan aisladas entre si, impiden el intercambio de genes, lo que con el tiempo llega a convertirlas en especies distintas.

        Las nuevas especies son: 


Nautilus vitiensis

El holotipo procede de Suva Harbour, en Islas Fiji, Pacífico Sur. 

"Nautilicónico, concha con tapón umbilical, verticilo más alto que ancho en la madurez. Periostracum completamente ausente en especímenes maduros y casi maduros; superficie de la concha ornamentada con líneas de crecimiento paralelas a la forma de apertura; sin rayas cruzadas ni adornos perpendiculares a las líneas de crecimiento; arrugas bajas."

Zookeys 1143: 51-69

Nautilus vitiensis



Nautilus samoaensis

Holotipo procedente de Taema Bank, en Samoa americana. 

"Nautilicónico, concha con tapón umbilical, verticilo más alto que ancho en la madurez. Periostracum completamente ausente en especímenes maduros y casi maduros. Rayas de concha con una serie de círculos concéntricos que se superponen de una manera única en esta especie, con una sola excepción, aunque esto se ha denominado patrón en zig-zag en otros lugares."

Zookeys 1143: 51-69

Nautilus samoaensis


Nautilus vanuatuensis

Holotipo procedente de Mele Bay, Port Vila, Vanuatu. 

"Nautilicónico, concha con tapón umbilical, verticilio más alto que ancho en la madurez. Periostracum completamente ausente en especímenes maduros e incluso casi maduros. Superficie de la concha ornamentada con líneas de crecimiento paralelas a la forma de la apertura. Sin tramas cruzadas ni adornos perpendiculares a las líneas de crecimiento."

Zookeys 1143: 51-69

 

Nautilus vanuatuensis

     Estudio llevado a cabo por el Dr. Barord, G. J. et al., 2023, y cuyos hallazgos han sido publicados en la revista científica Zookeys:

Three new species of Nautilus Linnaeus, 1758 from the Coral Sea and South Pacific