Vamos a finalizar el año 2012 con una recomendación muy gratificante para el próximo año 2013; la visita a museos.
Son muchos los museos paleontológicos y las colecciones que se exponen de forma temporal o permanente en secciones de otros museos (arqueológicos, de ciencias, etc.), pero hay uno en concreto que desde mi primera visita siempre he guardado un grato recuerdo: el Museo Geominero, ubicado en la calle Ríos Rosas nº 23, 28003 Madrid.
Fachada del Museo Geominero |
No solo su colección es capaz de despertar nuestro interés, sino su arquitectura y decoración, que lo convierten en un museo clásico que nos transporta al ambiente de principios del siglo XX. Su construcción data de los años 1921 al 1925, convirtiéndose en la sede del Instituto Geológico y Minero de España. Podemos citar que su arquitecto fue D. Francisco Javier de Luque, quien también lo fue del edificio del Ministerio de Educación en Madrid, o de la restauración de la fachada de la Catedral de Sevilla.
Fue construido con la idea de crear una ambiente monumental y clásico. En la entrada, ya nos encontramos con una enorme escalera de mármol blanco de Macael, que nos da una idea de los que nos espera en su sala principal.
Con sus 19 metros de altura, su sala central alberga la mayor parte de la colección expuesta, entre las vitrinas de su planta baja y sus tres balcones corridos, que nos permiten en todo momento, ver sus piezas expuestas y contemplar la grandiosidad de este edificio desde varias perspectivas.
Sala central |
Entre los pasillos de acceso y la mayor parte de la planta baja, se expone la colección paleontológica de flora e invertebrados fósiles. En la primera balconada podemos encontrar los vertebrados fósiles, quedando el resto del museo para la exposición de minerales y rocas.
Vitrinas |
Está coronada por una enorme vidriera policromada, con el Escudo Real en el centro, y cuatro escudos alegóricos al Cuerpo de Minas, así como otros 16 escudos provinciales, por cada una de las 16 Jefaturas de Minas que existían en el año de apertura del edificio.
Vidriera policromada |
Por todo lo anteriormente citado, el edificio en sí mismo, ya merece una visita.
La colección del museo está formada por más de 10.000 piezas de minerales y rocas, de los cuales se exponen más de la mitad. En cuanto a la colección de fósiles, se muestran más de 10.000 ejemplares, de las casi 250.000 muestras que forman el total de la colección paleontológica. Si bien no destaca tanto por la espectacularidad de sus piezas, sí lo hace por tener una muy buena representación de toda la flora y fauna hallada a lo largo del territorio español. Podemos encontrar desde trilobites del Ordivícico de los Montes de Toledo, ammonites del Jurásico y Cretácico de los sistemas Ibérico y Bético, plantas propias del Mioceno o Plioceno de varios yacimientos, etc. Todo ello en un total de 44 vitrinas.
Balconadas |
Como ya hemos indicado, en su primera balconada se exponen 20 vitrinas con vertebrados fósiles como peces, anfibios, dientes de tiburón y algunos mamíferos del Terciario y Plio-Cuaternario. Una réplica del cráneo de un Tiranosaurus rex, encontrado originalmente en Dakota de Sur, siempre nos hará dedicar unos minutos al mítico dinosaurio, que desde pequeños, todos hemos temido y admirado.
Réplica Tiranosaurus rex |
Esta colección de fósiles nacionales se complementa con casi 3.000 ejemplares de procedencia internacional, de los que cerca de 1.000 piezas están expuestas en 23 vitrinas que ocupan los laterales de los pasillos de acceso a la Sala Central. Aquí podemos encontrar trilobites del Ordivíco de Portugal, artrópodos de Solhofen en Alemania, o gasterópodos de la cuenca terciaria de París, entre los que destaca un enorme Campanile.
Pasillo de acceso a la sala central |
En lo que a los cefalópodos respecta, podemos destacar ejemplares expuestos a modo de muestra de heteromorfos como Ancyloceras o Crioceratites; clásicos ammonites como Dactylioceras, Haploceras, Hildoceras, Neocomites, Perisphinctes, etc.; por supuesto los Phylloceras y Lytoceras; así como Ceratites del Triásico y numerosos nautiloideos.
Cefalópodos internacionales |
Por lo tanto, se trata de un museo ameno e interesante, que bien merece una escapada a Madrid, y del que nos llevaremos un buen recuerdo. El acceso es gratuito y su horario es de 9 a 14 horas.
(Mi agradecimiento al Instituto Geológico y Minero por la información facilitada para la confección de este artículo).
Impresionante el Museo, y enhorabuena por el blog, del cual me haré seguidor con su permiso.Un saludo.
ResponderEliminarMi blog por si le interesa y gusta:
http://setenilhistoriaynumismatica.blogspot.com.es/
Gracias por tu comentario, Rafael. Por supuesto que puede ser seguidor, yo también lo seré del suyo.
EliminarSaludos.
Me gustaría saber si todavía esta el museo abierto al publico a día de hoy, gracias
ResponderEliminar